domingo, 4 de abril de 2010

Andorra

Como siempre, y esta vez no iba a ser menos, ha tocado currar durante las fiestas, en este caso semana santa, aún no sé que es eso de ser un privilegiado y poder librar cuando también lo hace el resto.

Por lo menos hubo suerte y la semana anterior si que se tuvieron unos días, en los que se pudo aprovechar para conocer de primera mano un nuevo país y un nuevo deporte, el país, aunque chiquitito, no está nada mal, el deporte caro pero divertidísimo, sobre todo las mil ostias que te das para aprender, y si a todo esto le sumamos la compañía no hay palabras.


El primer día nos quedamos cerca de Andorra, aunque sin llegar, era tarde y no apertecía conducir más. El 2º día ya localizamos Andorra y dimos una vueltecilla por allí, conociemdo un bonito lago y una Iglesia, joya del románico por cierto.

Sábado y domingo días de esquiar, el primero de los días estuve más tiempo en el suelo que de pie, aunque ya en el 2º día pillé algo de confianza y la cosa cambió, ya me tiraba por pistas más empinadas, aunque está claro que queda mucho para hacerlo bien. Aquí agradecer a Makary su paciencia, porque no debe ser de buen gusto estar todo el rato con un patoso.

El lunes dimos un paseito por un pueblo llamado Llort (La Ruta del ferro) y por la tarde estuvimos en Les Escaldes. El martes nos amaneció lloviendo, y aunque en ppio. el viaje era hasta el miercoles, ya se me había avisado que teníamos que adelantar el regreso por cuestión de preferencias en la escala de cosas de importancia de mi acompañante. Así que volvimos para Madrid, donde el miercoles se pudo hacer una rutilla en moto en compañía del Sr. Caro.

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