El retonno

Por fin he podido reencontrarme con el medio natural de la escalada, la roca. Y es que aunque os parezca poco tiempo, para mi este mes y medio sin tocarla me ha hecho hecharla de menos, y no la roca en sí, sino las sensaciones que uno tiene cuando se ata los gatos, se hecha magnesio y afronta esa reencuntro. Que sensación cuando ya te metes en algo que sabes que vas a tener que emplearte a fondo si quieres llegar arriba, que sensacion la de la lucha, la de la batalla por llegar a la preciada reunión.

El primer día de regreso pude contar con la grata compañía de Jose, Arturo, Clara y Pablo, bueno y de más gente que estaba por allí como Natxotxan o Alfonsito. Calentando noté como había que volver a luchar con el coco desde el principio, pues en la tercera vía, un 7a+ que se me resistió a vista pase un miedo... y es que vaya pasito que tenía para llegar a la 4ª chapa, y eso que solo tenía 5. Pero a la 2ª lo luché y sentí que no había perdido tanto.

El segundo día tuvimos que visitar los Patatones, y tras calentar, no con demasiadas buenas sensaciones, palmamos pero bien en un 7a que me había montado Arturo, pero tras este desastre me dije, igual hay que ponerse con algo más duro y a darle algun pegue más. Me decidí por una vía que tenía guardada para intentar un día que me sintiera fuerte, pero aunque este no fuera ese día me apetecía probarla, y cual fue mi sorpresa cuando me planto en la reunión de Lolilla la Bombilla a vista y poniendo las cintas. Menudo subidón. Luego ya de regalo también hice otro 7a que aun no he conseguido saber como se llama. Está a la dcha. de "El culebras".

Ya como tercer día me acerqué con el Incombustible al Cañoncito, donde con un par de pegues cayó Jode cascos, una de las vías equipadas por Dieguito en la zona, y junto con Pablo y Nené probamos la nueva línea del desplome, Zorra del infierno, brutal vía que ha abierto Pablo Bros, pero claro esto ya eran palabras mayores y la tuvimos que dejar pendiente.