domingo, 21 de febrero de 2010

Este finde ha sido cuanto menos que interesante. Como Toni ha venido de visita desde el lejano Londres, ha habido que hacer de todo en solo unos pocos días. Comencemos por el viernes, en el que por la tarde nos acercamos al Bulder, donde de camino contactamos con el abuelo que se iba con el calvo de la Iberia a pasar el finde a Cuenca. Allí el que pudo escalar lo hizo, y los lisiados de Luigi y un servidor se dedicaron a movilizar un poco las presas, por eso de no pasar la tarde en balde.

El retorno de la extraña pareja

Posteriormente cenamos unos burritos en casa de Luigi para acabar quedando en hablar al día siguiente para ir al fantástico Vellón.

La Pedra

Mariri en la Pedra

El sábado día vellonero, en el que contamos con la inesperada presencia de Aldo. Allí pudimos ver lo bien que se desenvolvía Toni por la roca después de tanto tiempo sin hacerlo, y lo cagado que iba el Deivid cuando este le aseguraba. Hay que destacar que el Vellón más que una escuela de escalada parecía un mercado con la cantidad de gente que por allí estuvo pululando. Desde las gemelas, Mónica, Maikel... hasta el señor Ruano haciendo una vez más algunas vías sin atarse. No coments.

La Pedra otra vez

Tras el intenso día pasamos a cenar, pero esta vez en la casa del maestro, que contrató servicio de catering de la mano de Luigi. Tras la cena Deivid, Toni, Aldo, Fátima y un servidor salieron a tomar la penúltima al Irish Rober, donde había dejado caer a mi primo y demás fauna del barrio que pasaríamos. Y no defraudaron, allí estaban Javi, Chema, Sergio y el genuino Gafi, que no hacía más que intentar dar regalos a las mujeres, sin conseguir q ninguna lo aceptara, y eso que eran regalos 5 estrellas.

El Vellón

Por último y como colofón de fin de semana, parece ser, según me comenta Deivid, que vamos a ir a darnos unos cantes a casa de Luigi. Ya os contaré que tal se nos da eso de los duos, o tríos.

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